domingo, 15 de julio de 2012

TRANSPORTE DE NUTRIENTES EN LAS PLANTAS



En las plantas también hay un sistema circulatorio que le permite transportar los nutrientes y otras sustancias. Las plantas como los helechos, las gimnospermas y las angiospermas poseen un conjunto de vasos a través de los cuales se transportan las sustancias nutritivas. Los tejidos conductores de las plantas superiores, están situados en la raíz, en el tallo y en las nervaduras de las hojas.
El proceso de circulación en las plantas tiene varias etapas en las que intervienen diversas partes de ellas, el proceso de absorción se inicia con el ingreso de sales minerales y agua a través de las raíces, gracias a los pelos radicales, también llamados pelos absorbentes. De la raíz esta mezcla llamada savia bruta pasa al tallo para ser transportado hasta las partes altas de las plantas gracias al fenómeno de la capilaridad.
Cuando la savia bruta llega a las hojas, entra a los cloroplastos de las células y éstos utilizan el CO2 del aire (que entra a través de los estomas) y la energía lumínica (que proviene del sol) para transformarla, a través del proceso de fotosíntesis, en savia elaborada (glucosa), que luego se distribuirá por todas las partes de la planta a través de otros vasos conductores. 



Las células que conducen el agua y las sales minerales, así como las sustancias elaboradas durante la fotosíntesis, forman el tejido vascular. Existen dos tipos de tejidos conductores, uno de ellos el xilema; está formado por la agrupación de vasos leñosos; el otro, el floema lo constituyen una agrupación de vasos cribosos.
El xilema está formado por un tejido leñoso, con células muertas especializadas que forman vasos conductores, unidos entre sí. Las células que forman el xilema son muy largas y reciben el nombre de traqueadas, se unen otras células por los extremos para formar vasos de xilema de hasta tres metros de largo, por los cuales circula el agua y las sustancias disueltas absorbidas en la raíz, estos vasos leñosos son tubos de celulosa por los que circula la savia bruta.
El floema está formado por células vivas unidas entre sí por orificios. Estos tejidos están ubicados de distinta manera en los diversos órganos de la planta. Los vasos cribosos (floema) distribuyen las sustancias elaboradas en las hojas a todas las partes de la planta, es decir, conducen la savia elaborada desde  las hojas  hasta todas las partes de la planta para su nutrición. Los vasos cribosos también reciben el nombre de tubos de tamiz; sus células se conservan vivas, pero pierden su núcleo, son cilíndricas y están dispuestas unas sobre otras y sus paredes terminales se hallan perforadas. A un lado de un tubo de tamiz encuentra una “célula acompañante” que regula las funciones del mismo.


La savia es una mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas, integrada en un 98% por agua, y el resto por sales, azúcares, aminoácidos y hormonas. La savia bruta, compuesta por agua y sales minerales disueltas, absorbidas por la raíz, sube por el xilema y alcanza las partes de la planta donde se realiza la fotosíntesis, es decir, la transformación de los minerales en materias que el organismo necesita. A través del proceso de la fotosíntesis, la savia bruta se convierte en savia elaborada, compuesta por sustancias producidas en el metabolismo, que descienden por los orificios del floema y se distribuye en toda la planta. El transporte de la savia a través de los vasos conductores, le permite a las plantas obtener los nutrientes que necesita para su desarrollo, crecimiento y reproducción.